Hace unos meses, allá por el otoño, sembramos una bellota de roble en un tiesto.
Le echamos tierra, la empujamos con el dedo, la tapamos con tierra y la regamos con un poco de agua. Después, las dejamos descansar a esperar a que llegara la primavera.
La primavera llegó y con ella, un poco de calor, sol y bastante lluvia, unido a cariño con las que las hemos cuidado,hizo que empezaron a crecer y a formar un pequeño árbol.
Pasito a pasito estamos construyendo un mundo mejor, lleno de árboles y de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario