Esta actividad ha formado parte de todo lo que estamos trabajando en el cole del otoño, con sus frutos y sus árboles, y de la educación ambiental que tratamos de transmitir a nuestros peques.
Muchas gracias Antonio por hacernos pasar este rato tan bonito, por el trabajo de preparar todo para cada niño y sobretodo por compartir con nosotras ese amor a la naturaleza. Esperamos que nuestros robles se hagan fuertes y grandes.
Os dejamos unas fotos de como transcurrió la actividad y el cuento que les hemos contado estos días.
Había una vez una pequeña semilla
llamada Bellota. Bellota vivía en un gran árbol que se llamaba roble.
Un día de otoño, Bellota
decidió salir a explorar el mundo, se despidió de sus hermanas las semillas y
de un gran salto se bajó del árbol.
Se encontró en un bosque
rodeada de muchos árboles, en el suelo había otras semillas, estaba Castaña,
Almendruco, los pequeños Piñones dentro de la piña... Bellota conoció a una
ardilla y le preguntó:
- Buenos días ardillita
¿podrías llevarme a conocer este bosque
tan bonito?
- Claro que si, vamos yo te
llevaré.
Así ardilla y bellota
conocieron el bosque, pero cada día hacía más frio, el invierno iba llegando y
Bellota ya no quería conocer más sitios.
-Ardilla, este lugar es
precioso, desde aquí puedo ver el río y la montaña alta que ya tiene nieve, me
parece que me voy a quedar a vivir aquí. Pero tengo mucho frio, ¿tú podrías ayudarme a
taparme con tierra calentita?
- Por supuesto- dijo ardilla
e hizo un agujero en la tierra para que Bellota se metiera dentro. Se despidieron y le tapó con más tierra para que no tuviese frío-
Así pasaron los días y llegó
la primavera. Bellota ya no tenía tanto frío y decidió asomarse un poco para
ver cómo estaba la tierra, sacó la raíz hacía el suelo.
-¡ Mmmm! parece que está calentito,
miraré si hace sol.
Poco a poco dejó crecer una
ramita hacia el cielo y asomó de la tierra.
- ¡¡Ya está aquí la
primavera!!
Bellota saca la rama más
alto y de ella surgieron unas hojitas.
Día a día Bellota fue
creciendo hasta convertirse en un enorme roble.
Y colorín colorado...
Qué buena idea! Gracias Antonio y seños del cole Petete por hacer que nuestros niños disfruten y aprendan de la naturaleza. Solo se recoge fruto cuando uno lo siembra y eso es precisamente lo que nuestros pequeños están haciendo.
ResponderEliminarMateo plantará su arbolito en Ojacastro donde Antonio y vosotras tendréis un roble seguramente por muchos muchos años.
Gracias papá de Antonio, es una experiencia preciosa y de "larga duración", a veces hay que esperar para ver resultados.
ResponderEliminarUn abrazo Emilia
Gracias papá de Antonio, es una experiencia preciosa y de "larga duración", a veces hay que esperar para ver resultados.
ResponderEliminarUn abrazo Emilia