Llevamos ya días hablando sobre el Carnaval. Sabemos que es una fiesta en la que nos tenemos que disfrazar. Hemos leído cuentos sobre el tema y nos sabemos un montón de canciones.
Pero lo mejor estaba por llegar y el viernes por fin ...¡¡¡fiesta de Carnaval!!!
El cole se había transformado. Unos botes de pintura nos recibían en la entrada y las seños habían cambiado sus batas por unos delantales, unas paletas y pinceles y ¡se habían convertido en pintoras!
Las clases eran un museo improvisado, donde los cuadros que habíamos ido pintado días atrás colgaban de las paredes y del techo.
Luego cada uno fue llegando con sus disfraz favorito. Había de todo: super héroes, princesas, animales, personajes de cuentos, policias... Todo cabía en el cole.
Vino un fotógrafo y nos hizo unas fotos muy especiales, que guardaremos de recuerdo.
Después comimos unos ricos gusanitos y ¡a bailar! Lo pasamos en grande.
Los mayores además hicimos un pequeño desfile en el lucimos nuestros disfraces y nuestros amigos pudieron ver lo guapos y divertidos que íbamos.